domingo, 16 de septiembre de 2012

Yo te protegeré, por siempre.

Hola, mi amor. Te escribo desde un país distinto. Te escribo desde Inglaterra. Estas tierras se parecen bastante a las de mi querida Galicia. Ahora mismo estoy en una habitación de dimensiones normales, en el número 40, de Thackeray Close, en el pueblo Lower Quinton, en Stratford-upon-Avon. Mañana tenemos que madrugar mucho, pero ni el sueño ni la hora de levantarse van a impedirme que te deje una cosa clara: yo voy a cuidar de ti en Inglaterra. Y esque te lo digo en serio, voy a ser yo y nadie más que yo, el que te ayude (si puedo) con algún inglés que hable demasiado rápido, o demasiado mal. El que te apoye cuando eches de menos a tu familia y el que te haga compañía. El que te haga todos los favores que le pidas, y los que no le pidas. Porque sino, ¿de que serviría tener un novio que no te cuide, te apoye y te proteja? Prométeme, por favor, que si algo vas a dudar que no sea que voy a estar ahí siempre. Y con ese siempre ya no me estoy refiriendo tan solo a nuestra estancia estas tres semanas en Henley-in-Arden, sino a nuestra estancia en esta etapa pasajera que es la vida. Todos hemos nacido para morir, pero puestos a eligir, yo prefiero vivir y morir a tu lado, junto a ti, protegiéndote, mimándote y amándote. Y, no te lo creas, princesa, pero amarte es lo que realmente me hace ser tan feliz como soy. Y sí, que ya sabes que solo llevamos un día sin vernos y ya estoy ansioso por verte. Pero esque verte y estar contigo es un placer, es una ilusión, es lo que ilumina mi vida y mi rutina. Por cierto, por si no lo sabes, eres mi rutina favorita. Y serás mi chica favorita siempre, mi 14. Te amo, Tamara, te amo muchísimo. See you tomorrow, with love, Froilán.

No hay comentarios:

Publicar un comentario